martes, 10 de enero de 2012

Cristales mueren de prisa.
mis ojos centellaron, siendo victimas de un cielo impiadoso.
Desarmaste mi alma, casi sin voluntad.
Tan penumbroso y vulgar.
Tan amoroso y traidor.
Tan mio y ajeno.
No buscaba nada cuyo sabor sea el de la verdad.
entro en la noche y quebró mis aires.
dulce tormento, acechador presuroso ante la carne.

Dispare! Dispare! Dispare!

para que de una vez por todas, ya no exista el tiempo , el silencio y la nostalgia.

Dispare! Dispare! Dispare!

para que todos los recuerdos, sean eco...y mueran un poco mas allá de la nada.

el amor hacia usted, es el enemigo que me carcome , noche a noche y alucina , cada una de mis mañanas.

insalubremente , la doncella sigue sonriendo.
muerta y normal.
una vez mas y para siempre.