domingo, 30 de septiembre de 2012


Llévame, mi cuerpo es demasiado despreciable para soportar la sospecha de tu amor.

Llévame,  solo contigo y lejos de aquí mi piel acunará la felicidad de nuestras caricias.

Inquieto, me susurras tus intenciones y
el coraje cabalga, en la debilidad de tu voz.

Estás aquí… y el tempo de mi respiración  cautiva tu andar, envenena tus pasos…

Por mí! serás preso.
Por mi! desertarás en la lucha de cualquier otro amor.

En tus ojos, absolutos de sutileza...
Hoy confío.

lunes, 24 de septiembre de 2012


La lluvia contenida en el paraíso aquel, tan nuestro.
Hoy, se desplaza invisible por mi cuerpo... quemante, hiriente.

Durmiendo, busco volverte yaciente en el vuelo de mis días.
Busco, busco pertenecer más a mi vida.
Ser más, de la sangre que me transita.
Ser más, del latido que igual al machete golpea.

Lúcida repugnancia colma mis palabras y rebeldía precoz.
La conciencia de lo perdido… llena aún más.

¡Urgente! ¡Desátame!
¡Urgente! ¡Devuélveme!

Temprano… no me olvides.